Namasté no nació de un plan de negocios, sino de un sueño en la orilla del mar. Nuestro primer local, un pequeño refugio para el alma, abrió sus puertas en el corazón de Valeria del Mar, con la simple intención de compartir herramientas para el bienestar y la paz interior con nuestra comunidad.

Ese sueño, impulsado por el cariño de nuestros clientes, creció y nos permitió llevar esa misma energía a nuevas ciudades. Con el tiempo, abrimos nuestras puertas en Pinamar, General Juan Madariaga y Ostende, convirtiéndonos en una gran familia dedicada al bienestar espiritual.

La vida, como el mar, tiene sus ciclos. Y aunque por un tiempo tuvimos que cerrar nuestro local original, el llamado de las raíces fue más fuerte. Hoy, con una inmensa alegría, hemos vuelto a nuestros inicios. Hemos reabierto Namasté en Valeria del Mar, en el lugar que nos vio nacer, para seguir compartiendo nuestra pasión con la misma dedicación del primer día.

Nuestra filosofía sigue intacta: cada sahumerio, cada cristal y cada amuleto es elegido con amor y conciencia. Priorizamos lo artesanal, lo natural y lo sustentable.

Te invitamos a visitarnos en cualquiera de nuestros locales y a ser parte de esta nueva etapa de nuestra historia. Gracias por acompañarnos en este hermoso viaje.

Namasté.